Y estuve en el lugar de acompañar puerperios.
Muchas veces estamos absolutamente desconectadas con respecto a lo que viene después del parto. Muchas nos preparamos en muchos aspectos, pero cuando nuestros hijos aparecen y están fuera de nuestra gran panza, sentimos de alguna manera que ahora no sabemos qué hacer con este ser humano pequeño tan demandante. Nos llenamos de una cantidad de hormonas que nos preparan para estar alerta a tu guagua. No queremos que llore, parece ser que esa. Es una regla general, muchas no entendemos porque llora. ¿Hemos idealizado el proceso? Qué creen ustedes, yo creo que sí. Pensamos que nuestros hijos no querrían tanta reta, pensamos que la lactancia inicial sería fácil y placentera, pensamos (se puede, pero no siempre nos preparamos para esto) pensamos que nuestra vida seguiría igual, y aquí no faltarán quienes digan NOOOO, pero Anita yo sabía que la vida iba a cambiar.... Emmmmm siii ¿pero así? ¿Realmente sabíamos que sería así? Jajajaja, es una risa tierna, yo creo que no po’. Aquí les dejaré un texto que en estos días le envié a una de las puérperas que acompañé, no me sentí capaz de sostenerla😣, quizás debí ser más directa, o permitirle a ella más transparencia, no sé, pero después que le envié este texto pensé, y porque no compartirlo con otras puérperas. “Tengo claro lo que es el puerperio. Tanto por el aspecto de la experiencia como desde la teoría. Como te he dicho es una etapa muy compleja de la mujer, muy intensa. Creo que es el aprendizaje para atravesar todos los años de crianza. Mi sensación con respecto a este periodo de tiempo es que hay que sentirlo Hay que vivirlo a concho, desatar nudos y dejarse inundar con energía femenina. Por otro lado, siento que el tiempo pasa de otra forma, al igual que en el parto, que durante esta etapa recorremos terrenos nunca explorados, nuestras necesidades se manifiestan sin filtro, es difícil mantener la calma, no tener ganas de salir corriendo, o de abandonarlo todo, aunque amemos con locura a ese nuevo ser”. La lactancia comienza a vivirse como la construcción del monumento a la paciencia. ¿Como va a ser tanto? ¿Quiere más? ¿Otra ves? ¿Está satisfecha? ¿Cuánto mamó? Son preguntas habituales y el miedo relacionado a estar siendo mala madre es una sombra que nos persigue a todas. ¿Y me siento feliz, triste, enojada, angustiada al mismo tiempo? ¿Qué me pasa? ¿Por qué no puedo hablar con tranquilidad o porque me siento tan irritable? La lactancia y las cosas que vamos haciendo debemos querer hacerlas y darle una intención. De pronto no somos capaces de tomar consciencia de la situación, aunque estemos desbordadas y no sabemos qué hacer. Debemos quizás. atravesar cada situación con la convicción de que será para mejor, y con la seguridad de que soy capaz. ¿Como es posible que una guagua se haya formado entera dentro de mí y yo no puedo alimentarla? o si mi leche no es suficiente. ¿Porque me altera tanto el llanto de mi bebé, si es mí bebé? ¿Porque quiero escapar de aquí? ¿Como lo puedo solucionar? ¿Será realmente una solución demostrar que estoy muy bien cuando por dentro me siento sola? ¿Como puedo remediar esto? ¿Soy capaz de dejar de controlar todo y pedir la ayuda necesaria? De mi amiga de ml prima, de mi mamá. Alguien con quien pueda sincerarme sin esperar cosas muy pro de mí. El proceso es muy complejo. Y quisiera darte mi apoyo sincero desde un terreno en donde no te sientas juzgada, en donde puedas permitirte el error si es necesario, en donde puedas ser tu con transparencia, sin intentar hacer las cosas bien porque así debe ser o por demostrarle cosas a alguien. Te mando un abracito enorme. (aquí el recuerdo de algo muy difícil que esta mujer atravesó) Quizás esto es más difícil y lo encuentro increíble. Lo que, si quisiera agregar, es que sentí que no te ayudé el otro día que nos vimos, que creo que necesitas más que ayuda en la lactancia, acompañamiento femenino en donde te sostengan a ti. Y donde tu puedas desahogar de esas emociones contenidas (así te vi un poco) llorar con ganas si es necesario y expresar con toda la claridad posible lo que quieres y necesitas.
Por último, quiero decir que este mensaje lo envié después de una conversación con la @nicolesuazobarriga, a ella le cuento siempre estas sensaciones que me quedan cuando no logro lo que yo pretendo. Y ella me dio varios "tips" que me hicieron llegar a esta conclusión.