Hola Queridas, amigas.
Durante esta semana, celebramos la semana mundial de la lactancia materna. no he tenido mucho tiempo así que por eso estaba media perdida de post nuevos, pero como esta semana es tan importante decidí escribir de otro mito muy comentado de la lactancia materna y que desgraciadamente aún escucho incluso por parte de profesionales de la salud, así que ojo con este.
Tiempo entre mamadas: “mamar cada 3 o 4 horas y 15 minutos por lado (de cada mama)”
En este aspecto debemos decir que hace mucho tiempo dejamos de ocupar esta indicación debido a que cada niño y niña es diferente y tiene necesidades individuales en cuanto a la cantidad de alimento necesario que determinará el incremento de peso, al desarrollo psicomotor, tienen características genéticas especiales y eventuales situaciones especiales en cada día de su vida como la temperatura ambiental, que puede hacer necesitar más o menos líquidos, pueden estar enfrentando un virus respiratorio o gastrointestinal, entre otras cosas, por lo que tendrá requerimientos exclusivos según la suma de todas estas características y más!
Erróneamente muchos creen en relación con la crianza y a la alimentación por lactancia materna que los niños que son favorecidos de esta a libre demanda, (como es la forma correcta, definida por las principales organizaciones de salud) serán muy demandantes, serán niños “mal criados” y extremadamente dependientes, por lo que “enseñarles horarios” sería una forma muy buena de educarlos. Debido a esto muchos niños no estaban recibiendo los nutrientes necesarios a sus necesidades, las mamas no lograban producir la cantidad necesaria de leche para ese bebé debido a que estas no son lo suficientemente estimuladas debido a que los horarios ponen restricciones al proceso y esto no permite una buena producción. De esta forma muchas no lograron continuar con lactancia exclusiva e inician complemento con relleno para que la guagua no quede con hambre. No sé si logro darme a entender, pero es un ciclo que nosotras mismas provocamos en esta situación, ya que al dar este relleno o suplemento estamos dando una cantidad medida que generalmente sobrepasa la capacidad gástrica del niño o niña, por lo mismo los bebés duermen profundamente después de la mamadera ya que gran parte de la sangre se va al estómago a tratar de metabolizar esa cantidad de comida. Las madres comienzan a pensar que su leche es insuficiente, porque la guagua está llorando constantemente, pero este llanto obedece a la que la cantidad que la madre provee no alcanza a cubrir sus necesidades y a parte la madre no entiende porque este bebé requiere o demanda de hambre a cada rato, por lo que la conclusión es que la leche materna no es suficiente y finalmente deciden no dar pecho y dar solo relleno. La lactancia materna exclusiva asegura entonces la producción necesaria, los niños necesitan estar muchas horas del día alimentándose, esto es lo natural, ellos no cambiarán su comportamiento de forma negativa porque nosotras las madres satisfacemos sus necesidades. Todo lo contrario, criamos a niños más seguros debido a que saben y están seguros de que sus necesidades básicas estarán cubiertas siempre por sus padres que los aman. Es importante destacar que la lactancia materna nocturna asegura la producción diaria durante el día, por lo que mantener la lactancia a libre demanda durante la noche también asegura una adecuada forma de alimentación.