Ayer tuve un loco muy loco día.

Desde muy temprano comencé el chofereo y acudí a una vista post natal en San Fabián. Me encanta la montaña así que cuando hay que llegar hasta allá me pongo muy feliz y entusiasmada. Partí tempranito porque en el día había mucho que hacer, mientras avanzaba en el viaje veía como cambiaba el paisaje y el clima, había neblina en algunas partes bastante espesa. Llegué a San Fabián y recién me fijé en las indicaciones, decían que eran 18 km más de donde estaba, decía que había que pasar por un puente colgante. ¿Que? Ajajajaj ajaja, ya había dicho que llegaría y no había leído que en el camino había un puente colgante ajajajaj aja. ¡Que emocionante! Continúe el viaje. Debía llegar a una localidad específica y no aparecía el nombre en el recorrido, estaba tan lejos de la ciudad que el GPS no se conectaba, así que seguí solo con la intuición de que iba en el camino correcto. Hasta que llegué a la localidad indicada, luego al puente, vi muchos animales, vacas, corderos, caballos, cerdos y varias aves. Llegué a un portón el que abrí, aunque decía propiedad privada y en ese momento justo oí un ruido muy intenso, casi molesto. Eran tres aves grandes, ¿bandurrias? Wuuaaaaauuuu sobre mi cabeza. Continúe el viaje y me encontré con una vaca sola echada que se paró rápidamente al ver el vehículo. Todo se veía verde a esas alturas el sol alumbraba fuertemente, cruce el puente colgante el río Ñuble se ve y escucha muy poderoso, el puente se ve de apariencia firme pero siempre da algo de nervio cruzar. Al llegar un bosque, un gran y hermoso paisaje de montaña. Una mamá y un recién nacido sano. Un padre orgulloso. Felicidad en mi camino. Bellas experiencias me encuentran.